El 22 de diciembre, el país entero contiene la respiración. Los bombos de la Lotería de Navidad comienzan a girar, y con ellos gira también la ilusión de millones de personas que esperan escuchar el canto inconfundible de los Niños de San Ildefonso. Cada bola dorada encierra un sueño, una historia, una chispa de esperanza que nos recuerda que, a veces, la suerte se disfraza de magia.
Pero más allá de los premios, este sorteo es una tradición que nos une. No es solo un número impreso en un décimo; es el gesto de regalar suerte, de compartir ilusión, de creer —aunque sea por un instante— que todo es posible. En cada rincón del país, familias, amigos y compañeros comparten la emoción de ese ritual que marca el inicio de la Navidad.
Cada bola que cae, cada número que suena, nos transporta a la infancia, a los recuerdos, a esos pequeños momentos que hacen grande esta fecha. Porque la Lotería de Navidad no solo reparte fortuna, reparte esperanza y emoción. Y aunque la suerte no siempre toque a la puerta, todos ganamos algo más valioso: la ilusión compartida que nos recuerda lo bonito que es soñar juntos.

Compra tus décimos aquí y te deseamos que tengas mucha suerte.